Saltar al contenido

Ante el COVID-19: ¡CALMA!

    1. Protégete de la sobreinformación, ¡sobretodo de las fake news!
      Todxs precisamos de información para saber cómo actuar y qué está pasando a nuestro alrededor, pero no es necesario estarlo a todas horas. ¡Gestiónalo!
    2. Ponte una rutina diaria y semanal que te ayude a no perder los
      buenos hábitos. ¡Ponte objetivos!
      Tu cerebro sabrá que tiene cosas que hacer y que, por tanto, otro día de confinamiento por delante, puede ser un momento lleno de nuevas oportunidades, aprendizajes y aventuras. ¡Adelante!
    3. Haz aquello que siempre has deseado hacer y que por falta de
      tiempo o de organización no has podido realizarlo.
      ¡Ahora puedes! En los momentos de no saber qué hacer surgen las mejores ideas .
    4. Pero, ¡con calma! Si antes de esto no estudiabas 18 cosas, tocabas 20 instrumentos y leías 4 libros, además de dedicarle tiempo a tus amigxs, pareja, familia y a ti mismx… ¡Ahora tampoco, aunque puedas tener más tiempo -al parecer-! Sé realista contigo mismx y con las actividades que te propones.
    5. ¡Cuidado con el pijama, que se pega al cuerpo y no hay quien se lo quite! Si no tienes que salir de casa por trabajo o por motivos permitidos expuestos en el decretazo, no caigas en la tentación de que el pijama sea el outfit de estos días. Tu estado de ánimo lo agradecerá y, por tanto, ¡tú también!
    6. Haz deporte. Sí sí, aunque no puedas salir a la calle a hacerlo, ni ir al gimnasio, ni subir a la azotea de tu edificio o utilizar al perro como excusa para salir a correr un poco…El ingenio de este país es maravilloso y tienes a tu alcance multitud de apps, entrenadores personales, gimnasios…etc, que están poniendo a nuestra disposición entrenamientos interesantes para no perder la forma. Necesitas serotonina recorriendo tu sistema nervioso, y el deporte es uno de los responsables de esta secreción y, por consiguiente, un cerebro contento -o triste-. ¡Vamos!
    7. ¿Tienes ansiedad? ¿Tienes miedo? ¡Tranquilx, es normal! Déjame que te cuente algo…Antiguamente -hace muchos muchos muchos muchos años-, el miedo y la ansiedad eran súper herramientas para detectar el peligro y poder protegernos de la muerte. Ahora, aunque los peligros de antes no se dan de la misma forma, esta configuración neurológica sigue en nosotros. En el momento en que ocurre algo que se escapa de nuestro control y sentimos que no tenemos lo recursos suficientes para poder enfrentarnos a ella, el cerebro lo interpreta como una situación de peligro de la que nos tenemos que proteger… ¡para sobrevivir! Y, por tanto, podemos estar sintiendo en estos días miedo y ansiedad, de manera instintiva, ya que las emociones no se pueden controlar. Sí lo que hacemos con ellas…

      Te daré una buena noticia: tu cerebro funciona perfectamente, solo que tenemos que echarle un cable…y se me ocurre que le podemos decir la siguiente frase: ¡Gracias, cerebro, por protegerme de esta situación! Creo que también podemos enfrentarla desde la calma, que es mucho más confortable. Déjame enseñarte ahora yo a ti.
    8. Medita: conectarás con esa sensación de calma, con el “aquí y el ahora”; te ayudará a mejorar tu atención, a disminuir la preocupación, ansiedad y miedo; facilitará el sueño; tus músculos se sentirán como una pluma y mejorarás tu estado de ánimo también. ¡Todo ventajas! ¿Por qué no ponernos a ello?
    9. Si compartes el confinamiento con otrxs, busca tu espacio para cuando puedas necesitar estar solx. Pasar 24 horas al día con las mismas personas puede ser muy chulo, pero a la vez agotador. Puede ser que haya momentos en los que quieras tener tu espacio y tu momento “yo-mi-me-conmigo”. ¡Claro que sí! Intenta encontrar la forma de tenerlo. Exprésalo, asertivamente. Tienes derecho y seguro que inspiras también a lxs demás a hacerlo. Será beneficioso tanto para ti como de cara a la convivencia con el resto.
    10. Y, sobretoto, sobretodo… ¡Cuídate y quédate en casa -en la medida de lo posible! Esto lo podemos parar entre todxs si todxs ponemos de nuestra parte.

    Yo me quedo en casa, ¿tú?

    Etiquetas: