Un, dos, tres…toca la pared
Hoy, 20 de noviembre, se celebra algo que todxs compartimos de alguna forma. Bien porque lo hemos sido -evidentemente-, bien porque estamos viviéndolo ahora, bien porque lo tenemos cerca..
El Día Mundial de la Infancia, que lo es así porque en el año 1989 se aprobaron los derechos de lxs niñxs (un poco tarde, ¿no? Pero bueno, no nos quejemos. Vamos a alegrarnos de que se dio el avance :D)
Yo no vengo aquí a hablar de cuestiones técnicas acerca de lxs niñxs. Hoy no me apetece eso. Hoy quiero sacar el corazón a bailar y escuchar palpitar un ratito.
Lxs niñxs son lo mejor que tenemos los seres humanos y debemos cuidarlos sin peros. ¿Quién no tiene alguna anécdota con un niñx y llora de alegría o de emoción al recordarla? ¿A quién no le ha cambiado el día cuando un niñx ha tenido un gesto agradable hacia esa persona?
Y, ¿quién no ha recordado su infancia con añoranza, alegría o, incluso, con tristeza, rabia, frustración?
Por qué no. Por desgracia no todas las personas pueden decir que tuvieron una niñez digna de recordar con la sonrisa de par en par.
Quién no ha sacado alguna vez a su niñx interior a caminar y se ha dado cuenta que echaba de menos sentir de la forma que lo hacía cuando el miedo no tenía tanto poder o antes de asistir a la clase de “cuidado con sentir, puede ser peligroso”.
Saber de ellxs es una manera de saber de qué estamos hechos lxs que ya dejamos la infancia tan lejos que ni a años luz se vislumbra. Conocer cómo funciona ese cerebro, cuáles son las “vacunas” pro-bienestar futuras, interesarnos por lo que está en nuestra mano para que el día de mañana tengamos adultos felices…es y debe ser nuestra responsabilidad.
Para saber qué necesita un niñx no hay que ir muy lejos. Mirémonos el ombligo un ratito…hoy te dejo. ¿Qué necesitas tú? Escúchate. Vete al pasado. ¿Qué necesitaste que no tuviste? ¿Qué necesitaste y tuviste? ¿Qué te dolía? ¿Qué te hacía reír? ¿Qué te generaba calma? ¿Qué te ponía nerviosx? ¿Cuáles son tus mejores recuerdos? ¿Y los peores? ¿Qué pasaba en ellos? ¿Te bastaba con dormir, beber, comer e ir al baño para sentir bienestar completo?
Si a la última pregunta respondiste un “sí”, déjame que enchufe todas las alarmas disponibles…
Lxs niñxs nos necesitan, y esa es la realidad. Dependen de nosotrxs para construir cosas tan necesarias como una buena autoestima. Su crecimiento saludable está en nuestras manos y, por esa sencilla y compleja razón a su vez, tendríamos que aprender todxs a darles lo mejor que tenemos porque en realidad…
Ellos no lo saben, pero…aquí quien más necesita a quien somos nosotrxs a ellxs.
Cuídalos, no como te cuidaron a ti…si no como te hubiera gustado que lo hicieran. Que no siempre es igual.
Así, quizá, estarás sanando y haciendo sonreír también al que aún habita dentro de ti.