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María José Romero – Psicóloga

    Psicóloga especialista en terapia EMDR

    En el año 2010, inicié mis estudios de psicología en la UMH después de muchos años pensando que no había carrera que se adaptase mejor a mí que esta disciplina. Aun sabiendo que no sería fácil el camino, era el que más se ajustaba al que quería recorrer. En 2º de carrera, decidí que la teoría necesitaba ser acompañada de la práctica para poder integrarla y empecé a conocer de primera mano todo lo que la rama de la psicología tenía para aportarme -y yo a ella-.

    Emprendí mi andadura haciendo talleres sobre violencia de género en el SAIM. Continué haciendo más prácticas en institutos, además de en gabinetes de psicología educativa y clínica. Decidí seguir mi carrera profesional trabajando en AIVIG durante 3 años y compatibilizándolo con los diferentes másteres que he estudiado y sus respectivas prácticas, así como con trabajos esporádicos relacionados con la psicología. Consideré que debía formarme en nuevas terapias y me atrapó, sin lugar a dudas, la terapia EMDR realizando ambos niveles el mismo año, en Madrid y Barcelona.

    A finales de 2017, me llegó la oportunidad de trabajar en un centro privado con personas con distintas demandas y, reconozco, que todo lo que había estudiado y hecho hasta el momento, había tenido su recompensa. Aprendí y valoré más este trabajo si cabe lo que me llevó a querer dibujar una nueva ruta por cuenta propia atendiendo a aquellas personas que quisieran confiar en mí.

    Siempre he pensado que para ser psicólogx y poder ofrecer un servicio de calidad, primero deberíamos tener la experiencia de estar ahí, al otro lado. Saber qué se siente cuando te sientas enfrente de un desconocido a poner tu vida encima de la mesa, tus circunstancias, tus experiencias…y darle la capacidad de que te ayude a ordenarlo haciendo de él un lugar al que querer volver y no huir. Por ello, el trabajo personal nuestro -en mi opinión- es indispensable, así como el desarrollo de habilidades que permitan hacer de cada sesión un espacio de confianza, empatía, honestidad, seguridad y libre de prejuicios…el desarrollo de habilidades que ayuden a construir la alianza que permitirá hacer un trabajo enriquecedor y nutritivo para la persona.

    Elvira Sastre dice en un poema: “He perdido el rumbo, pero he conocido la vida en el camino”.

    ¿Qué es la vida si no perderse y encontrarse una y otra vez pero con la mirada más limpia, clara y transparente?

    De ahí, mi vocación por la psicología.






    Si tienes curiosidad, he compartido mi currículum